Suelo decir que la pizza es “el patito feo” de la gastronomía u hosteleria, parafraseando aquel viejo cuento infantil, donde un cisne llegado ocasionalmente  era casi segregado y burlado por el conjunto de los patos de la bandada y hasta el mismo llegaba a creerse feo y despreciable.Es por eso que quienes estamos en este negocio debemos apreciar los valores específicos de nuestro producto.

La pizza es uno de los platos más aceptados internacionalmente, no hay muchos lugares del mundo que no consuman pizzas, eso provoca una oportunidad maravillosa para el desarrollo de nuestro sector. La pizza es uno de las comidas rápidas (Fast foods) de mejor calidad, productos naturales como los tomates, vegetales en general y elaboraciones naturales y sanas como la masa o los quesos componen sus recetas.

Este conjunto de productos conforman una oferta variada, económica, práctica y saludable. Podemos incluirla en la cocina mediterránea que no es un galardón menor y  nos aleja del estereotipo de la comida chatarra. Somos el principal producto de delivery en casi todo el mundo, tenemos un producto fácil de portar, práctico para comer en la casa, en eventos, etc.

Podemos ser sencillos y prácticos, pero también podemos ofrecer formatos sofisticados para todos los gustos y posibilidades de nuestros clientes. Podemos ofrecer una casi interminable cantidad de productos, pizzas, calzones, piadinas, focaccias, pizzas rellenas, blancas, rosas,  con todo tipo de vegetales, chacinados, embutidos y quesos. Podemos vestirlas con cebollas o con caviar, con espinacas o trufas o también vestirlas para la casa o para una fiesta, para la familia o para los amigos. Por eso es que vale la pena pensar en las virtudes de la pizza, en su concepto, su calidad, su propuesta saludable, su diversidad y para esto sólo tenemos que pensar en algunas cuestiones a respetar incansablemente.

Debemos respetar a la pizza como plato principal de la pizzería, debemos concebirla como su majestad “la Pizza” para que nuestros clientes la vean también en su dimensión y para ello es fundamental nuestra actitud. Debemos respetar la calidad de nuestras materias primas, no se puede hacer un buen producto sin buenas materias primas. Debemos respetar la calidad de nuestros procesos, porque sí se puede hacer con buenas materias primas un mal producto si lo hacemos mal.

Debemos recordar a Bocuse en su celebre frase “Se necesita poco para hacer las cosas bien, pero menos aun para hacerlas mal". Debemos pensar que en estos tiempo de fuegos de artificio lo revolucionario es la autenticidad y la pizza es un producto autentico. El mundo ha cambiado y nuestro sector ha cambiado con él, es por eso que en tiempos de crisis avanzamos hacia la verdad, la calidad, lo real, el buen producto a buen precio, piensen que si podemos hacerlo y no lo hacemos, otros lo harán por nosotros.

Con la crisis económica se ha puesto en crisis también la gastronomía de artificio, la gastronomía frívola, la innovación sin sentido, el plato exótico con un mal producto dentro, la decoración del salón sin calidad en la cocina, el menú extravagante  sin sustento en el plato, el abuso de los especialistas. Por eso, hoy como nunca, nuestro producto está para crecer en este mercado, para expandirse, para desarrollarse por todos sus valores, sólo debemos presentarles a nuestros clientes a… 

Su majestad…¡LA PIZZA!

Miguel Angel Mojo